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Junto a los hermanos de Ucrania

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A todos los Hermanos de la Orden

Roma, 20 de julio de 2022

 

Prot. N. 00532/22

Junto a los hermanos de Ucrania

Carísimos hermanos,

“¡Tú no estabas aquí en el día 24 de febrero! ¡Y ahora no nos permite que caminemos con esta delegación europea para enseñarles los sitios y lo que ha sucedido en aquel día!” Así me ha sido traducido la calorosa discusión entre aquellos que nos acompañaban y los jóvenes soldados del ejército ucraniano, que no nos permitía de pasar y ver el estado de algunos sitios cercanos al cuartel.

Tú no estabas aquí en aquel día: la expresión indica de manera elocuente como han sido fuertes y violentos aquellos días para aquellas personas que ahí vivían, cuando, en el comienzo de la invasión, fueron obligados a enfrentar solos el avance del ejército ruso, sin poder contar con el soporte inmediato del ejército.

En los últimos días, hemos estado en Burcha e Irpin, ciudades que están ubicadas al norte de Kiev, Ucrania, lugares tristemente conocidos por lo sucedido en el primero mes de guerra. Nos acompañaba un responsable del ejército territorial, una especie de milicia territorial, entrenada para ser una primera respuesta en caso de ataque. Fue precisamente en Burcha e Irpin que el ejército ruso ha estado inmovilizado en el intento de llegar a Kiev, cercano unos veinte kilómetros de distancia.

Con esto, se podrá imaginar el resto: las destrucciones, casas asaltadas, los muertos, las fosas comunes, la necesidad de ayudar a las personas y los heridos, la preocupación por los amigos y familiares… y después de la retirada del ejército ruso, poder constatar los desastres e intentar remediar todo esto con la mayor compasión y entusiasmo posible.

El nuestro guía nos ha acompañado por aproximadamente tres horas, deseoso de enseñarnos todo y de hacernos comprender lo que ha sucedido en aquellos días, orgulloso de cómo han sabido soportar con coraje y abnegación una tragedia inesperada y como han osado oponerse con suceso a los invasores. Pero era un hombre: al despedirse no ha logrado contener las lágrimas…

Después de acompañarnos a Bucha, ha estado con nosotros, durante todo el tiempo, una señora conocida de los frailes, que trabaja en estrecha colaboración con el gobierno, ocupándose de manera particular en servir a los heridos. El marido y los hijos están en la línea de frente de la guerra, y una de sus nueras acababa de regresar de ahí para dar la luz en Kiev (¡si no me equivoco, un día antes de la nuestra llegada ha dado la luz a su hijo!). El vigor de esta señora nos ayuda a describir como el pueblo ucraniano está reaccionando a tantos meses de guerra: involucrándose completamente, con un sentido de solidaridad proactiva, consciente de los peligros y del precio a pagar, pero no deseando renunciar la defensa de la propia libertad y de la propia “casa”.

Era importante visitar a encontrar los nuestros frailes en Ucrania. Hemos ido juntos, el Consejero General fr. Piotr y el Provincial de Cracovia para llevar la solidaridad de todos los frailes de la Orden y hacer sentir la nuestra proximidad en este momento. Hemos logrado encontrar cuasi todos los frailes, y con admiración y satisfacción, hemos podido percibir como todos los nuestros hermanos están dedicándose con ahínco al servicio de todos los refugiados y necesitados. Juntamente con ellos, ayudaba un número considerable de voluntarios, que están organizados de diversas maneras según los lugares y las necesidades, sirviendo constantemente las personas necesitadas, y de tantos modos posibles. Deseo decirlos a todos: ¡Muy bien! Y con la ayuda que viene del Alto continúen trabajando con toda la disponibilidad y energía que tengan. ¡Nuestro Señor sabe bien como sostenerlos y recompensarlos!

Los Hermanos de Ucrania, y con ellos también yo, agradecemos por el apoyo de los frailes de todo el mundo y por las ayudas que están siendo enviadas. Según mi parecer, las nuestras circunscripciones han contestado de manera verdaderamente generosa. La última actualización que hemos recibido del departamento económico de la Orden indicaba que en la Cuenta de la Curia General fueron depositados para la ayuda de Ucrania lo equivalente a aproximadamente 400 mil euros, mientras que en la Cuenta de la Provincia de Cracovia hemos recibido aproximadamente 500 mil euros. Ni todo ha procedido de nuestras circunscripciones: es maravilloso constatar como tantas personas, para nosotros desconocidas, han querido contribuir como han podido: ¡algunos con mil, otros con cien, otros aún con cincuenta y hasta diez euros! Así, juntos, hemos logrado recaudar un valor consistente que permitirá responder con prudencia y por un tiempo prolongado las significativas necesidades. Hasta el día de hoy, del dinero que recaudamos, ya se ha gastado cerca de 150 mil euros. Además del dinero, numerosos conventos de toda a Europa han acogido y continúan acogiendo a los refugiados y muchas personas a través de los hermanos de Cracovia, de Caritas o de otros organismos idóneos, han enviado donaciones de comida, ropas y artículos de primera necesidad (¡en este sentido es elocuente, por ejemplo, el empeño de algunos frailes de Alemania, que han logrado enviar decenas de camiones cargados de ayuda para Ucrania!)

Deseaba comunicarlos este breve informe, con el intuito de actualizarlos sobre la situación de nuestros frailes, del pueblo ucraniano y de las ayudas económicas que hemos recibido. En el momento y por algún tiempo estos fundos serán suficientes para continuar el apoyo material tan necesario al pueblo ucraniano. Os pido entonces a todos, que continuemos las nuestras incesantes oraciones al Señor por los frailes que están en la “línea de frente” (he podido comunicarme a través de una videollamada con un fraile que literalmente está en la línea de frente de la guerra, que ejerce la función de capelán del ejército, misión tan delicada y cristiana, de ofrecer el apoyo espiritual a todos los soldados), por el pueblo que sufre y para pedir el don de la paz.

Que el Señor nos bendiga siempre y nos conceda que seamos siempre más, en cada fraternidad y en cada situación, constructores de la paz.

Fraternalmente,

Fr. Roberto Genuin
Ministro General OFMCap
Modificado por última vez el Lunes, 01 Agosto 2022 08:12
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